Seguidores

Visita Mis otros Blogs

TRADUCTOR

Lleva nuestro ENLACE a tu Blog/copia el codigo

NOS HAN VISITADO DESDE

Mi lista de blogs

sábado, 5 de mayo de 2012

LINDO PREMIO


¡¡¡¡Gracias  a  Sara  por compartir este premio!!!!

NORMAS DEL PREMIO:
- ¿De dónde me llega el premio? Este premio me lo da Sara  de DABADEBEDUM
- Una frase que me defina: PERSEVERANTE EN LA VIDA
- Enviárselo a 10 Blogs amigos que me gusta visitar:
 
MIS PROYECTOS DE VIVI 
CLASE CON CLASE DE GENOVEVA
MI SALA AMARILLA DE SANDRA
MI VITRINA DE BEGOÑA
CRECIENDO JUNTOS DE MARGOT
DESVAN DE PALABRAS DE MARIA JOSE




martes, 7 de febrero de 2012

Para trabajar con Familias


Objetivo: Que los padres descubran y valoren la importancia de una afectividad sana en el seno familiar como una herramienta efectiva y necesaria para el sano desarrollo del hijo.
La efectividad pertenece al mundo de la evaluación, de la eficiencia, del éxito; es la capacidad para producir el efecto deseado.

La afectividad pertenece al sentimiento o a la emoción; es la capacidad para vincularse con el mundo y con uno mismo, para querer y darle valor a las cosas, para sentirse afectado, para relacionarse. Decimos que lo que realmente afecta al ser humano tiene que ver con la afectividad.
Durante mucho tiempo, esta dimensión del ser humano fue descuidada e, incluso, menospreciada. Aún nos queda algo de esa cultura: decimos que es lo racional lo que nos distingue de los animales, que una persona es madura cuando sabe controlar sus sentimientos, etc. Sin embargo, la sociedad se ha ido dando cuenta de que la afectividad no se puede descuidar pues repercute en todo el quehacer del ser humano. El amor está inscrito en el corazón del hombre como su vocación más profunda.


La afectividad es un regalo que recibimos desde la concepción: al hijo por nacer le afectan los estados de ánimo de la madre y la relación que ésta va teniendo con el niño que espera. Por eso mismo es que, además de don, es tarea. Si tenemos el don del amor, entonces tenemos la tarea de desarrollarlo lo mejor posible.

La afectividad es tarea:
  • Social: Si el clima social que lo rodea es de aceptación, respeto y cariño, sin dudas, tendrá la posibilidad de alcanzar una mayor felicidad actual, juvenil y adulta. En este sentido, el niño ha de ser valorado por el aporte que hoy hace a la sociedad y también por el que esperamos que hará mañana.

  • Familiar, porque en la familia es donde el niño podrá seguir creciendo, por la gratuidad del amor en las relaciones, por la tranquilidad de pertenencia, por la honestidad de los sentimientos y emociones (cada cual es como es), por la necesidad de compartir y por la diversidad de sus miembros pertenecientes a un mismo tronco. De allí la importancia insustituible de una familia unida por lazos de afecto permanente cultivados y acrecentados para el rico desarrollo de la humanidad.

  • Personal, porque siempre será necesario revisar lo recibido, sanar las heridas que se hayan podido producir en el camino, aprender a amar de manera personal y, para ello, vivir el proceso más lento o más rápido, que ha de sacarnos de la auto referencia, del egoísmo para descubrir al otro.
La familia nuestra primera y gran escuela de afectividad


La vida en familia es nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional y afectivo. Aprendemos cómo sentirnos con respecto a nosotros mismos y a los demás. Aprendemos cómo los demás reaccionarán a nuestros sentimientos; a pensar sobre estos sentimientos y qué alternativas tenemos; a interpretar y expresar esperanzas y temores.

Esta escuela emocional, no sólo opera a través de las cosas que los padres dicen y hacen directamente con los niños, sino también en los modelos que ofrecen para enfrentar sus propios sentimientos y los sentimientos que se producen entre marido y mujer.
Educar la afectividad

La educación de la afectividad comienza desde la cuna. Las guaguas que reciben estímulo y aprobación, por lo general logran tener una confianza básica que les permitirá enfrentar positivamente los desafíos de la vida. Los niños que han sido criados en hogares tristes, caóticos o negligentes, tienen más posibilidades de fracasar o de tener una visión derrotista de la vida. Es en el hogar donde se gesta la visión del mundo que va a tener el niño: positiva o negativa, de confianza o desconfianza.

¿Cómo hacerlo?
1. La actitud ante los sentimientos
Podemos distinguir:


Sentimientos: son duraderos y estables en el tiempo, provocan cambios somáticos menos acentuados, determinan la manera de actuar en relación al mundo, son profundos y de menor intensidad. La actuación nuestra en el mundo es acorde con nuestros sentimientos.
Emociones: las entendemos como estados más pasajeros. Son muy intensas, pero poco duraderas y poco profundas, llevan a sentir fuerte e internamente algo (el llanto, la carcajada).
  • Tanto los padres como los educadores deben tener conciencia de que el niño es una unidad funcional, en que los aspectos afectivos, cognitivos y motores están en constante interacción.
  • Los padres y educadores debemos reconocer que los sentimientos y emociones son parte del ser humano y que, por consiguiente, no hay que reprimirlos.
  • El adulto debe permitir al niño que exprese sus emociones en buena forma y no contagiarse con él (si el niño expresa rabia, no ponerse rabioso, por ejemplo).
  • Uno no puede engañarse y negar algunas emociones o sentimientos en el niño. En algunos hogares hay una prohibición implícita o explícita de comentar o elaborar ciertos sentimientos; en otros se ridiculizan.
  • Tampoco se debe juzgar los sentimientos o emociones: “No puedes tener rabia por esto”, “Es una tontera que te dé pena”. Porque los sentimientos son involuntarios. Lo que podemos evaluar es la conducta que estos sentimientos o emociones gatilla.
  • Como adultos hay que enseñar a los niños a canalizar las emociones y sentimientos, pero no debemos pretender que el niño no sienta rabia, pena, inseguridad, susto etc. ya que son tan propios del hombre como el amor, la alegría, el gozo.
Como padres, debemos ayudar a que nuestro hijo aprenda a:
  • Reconocer sus sentimientos
  • Comprenderlos: Por qué siento lo que siento.
  • Expresarlos: en esto hay que ser prudentes y no forzar al hijo a contar todo lo que le pasa (el adolescente es especialmente celoso de su intimidad) Encauzarlos: Qué hacer cuando estoy dominado por la ira y quisiera pegar portazos.
2. Una buena relación Padres-hijo


Cientos de estudios muestran que la forma en que los padres tratan a sus hijos, ya sea con una disciplina dura o una comprensión empática, con indiferencia o cariño, etc, tiene consecuencias profundas y duraderas en la vida emocional y moral del hijo. Algunos ejemplos:
  • Autoritarios: Pierden la paciencia ante la ineptitud de sus hijos, levantan la voz exasperados, a veces llegan a descalificar a sus hijos con insultos o malos tratos. (Se ha comprobado que muchos de ellos tratan a sus hijos de la misma manera que se tratan al interior del matrimonio)
  • Poco interesados: Ignoran los sentimientos de sus hijos y los tratan como un problema menor (y aburrido)que no tiene importancia.
  • Demasiado liberales: Se dan cuenta de lo que el niño siente, pero consideran siempre adecuada la forma en que el niño enfrenta el conflicto, rara vez intervienen, ni intentan mostrar al hijo una respuesta emocional alternativa. Llegan a recurrir a la negociación o al soborno para que el hijo deje de estar triste.
  • Desaprobadores: No sienten respeto por lo que su hijo siente. Son padres duros en sus críticas y en sus castigos. Prohíben cualquier manifestación de ira o irritabilidad. Gritan con enojo y no escuchan las explicaciones de su hijo.
  • Pacientes y respetuosos: los ayudan a resolver los problemas por sus propios medios, en lugar de imponerles su voluntad, actuando como verdaderos entrenadores emocionales. Toman los sentimientos de sus hijos con serenidad y tratan de entender lo que les preocupa y así ayudarlos a encontrar, razonando con ellos, formas positivas para aliviar esos sentimientos. Por ejemplo, no es lo mismo preguntarle con cariño ¿Estás furioso porque tu amigo hirió tus sentimientos? A preguntarle hostilmente ¿Por qué no juegas solo un rato, hasta que tengas nuevamente ganas de jugar con él, o se te pase el mal genio?
3. La relación afectiva entre los padres


La educación de la afectividad no la realizan los padres, sólo mediante palabras o gestos para con sus hijos, sino también y con gran fuerza, a través de lo que muestran en su propia relación de esposos.: gestos, muestras de cariño, lenguaje, respeto, diversión entre ellos, complicidad...

Recomendaciones:
  • Es el amor entre los padres lo que más contribuye al crecimiento de los hijos.
  • El vínculo de amor recíproco que los hijos descubren en sus padres será una protección segura de su serenidad afectiva.
  • El buen resultado del crecimiento no depende de gestos aislados. El conjunto de la vida familiar influye en el desarrollo de los hijos, o puede trabar ese buen desarrollo.
  • Una cálida atmósfera familiar donde el niño se sienta aceptado y respetado beneficiará su desarrollo.
Taller
Preguntas para el trabajo individual:

1. Recuerde un momento de su niñez o adolescencia en la que tuvo la posibilidad o la imposibilidad para expresar sus sentimientos o emociones.

2. ¿Qué dificultades tiene ahora para demostrar sus afectos? ¿Qué le ayuda a demostrarlos?, ¿Qué le frena? ¿Cuál es su actitud frente a la demostración de afectos de los otros?

3. ¿Cuál es mi manera de demostrar:
  • amor (a mi cónyuge/a mis hijos)
  • pena
  • alegría
  • rabia
Preguntas para el trabajo grupal

1. ¿Cómo colaboramos los padres, en la formación de la afectividad de nuestros hijos? Nombre ejemplos concretos.

2. Analiza el siguiente trozo.
  • Cuando un hijo es amado, aprende a amar.
  • Cuando un hijo es criticado, aprende a criticar.
  • Cuando un hijo es acogido, aprende a acoger.
  • Cuando un hijo es aceptado, aprende a aceptar.
  • Cuando un hijo es escuchado, aprende a escuchar.
  • Cuando un hijo es golpeado, aprende a golpear.
  • Cuando un hijo es respetado, aprende a respetar.
3. ¿En qué momento del día, y en qué circunstancias concretas podemos crear, al interior de la familia, una instancia en que uno o varios miembros puedan expresar sus sentimientos o emociones experimentadas en el día?


NORMAS Y LIMITES

SIEMPRE EN NUESTRO TRABAJO DIARIO HAY DIVERSOS TEMAS QUE ES NECESARIO ABORDAR Y TRABAJAR CON LAS FAMILIAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS QUE EDUCAMOS, COMO COMPORTAMIENTOS INADECUADOS( NIÑOS AGRESIVOS, QUE MUERDEN, ETC), Y QUE ES NECESARIO ABORDAR EN ENTREVISTAS PERSONALES CON LAS FAMILIAS, EN REUNIONES DE APODERADOS, EN TALLERES ETC. AQUÍ IRÉ PUBLICANDO DIVERSOS RECURSOS QUE HE ENCONTRADO SOBRE ESTAS TEMÁTICAS Y QUE PUEDEN SER TRABAJADAS CON LAS FAMILIAS.


FUENTE

http//educapadres.com


La primera pauta que recomiendo a los padres cuando hablamos de mal comportamiento en el hogar suele ser que el niño tenga unas normas. Parece sencillo, pero ahí suelen comenzar los problemas… y la solución.

Efectivamente el niño debe disponer de unas normas para poder educarlo y para ayudarle a controlar su comportamiento.

Estas son algunas de las características que deben cumplir las normas:

- Deben ser muy sencillas y concretas, es decir expresar claramente qué tiene que hacer el niño. Normas del tipo: “sé bueno”, “pórtate bien” cumplen estas características.

- Las normas deben estar adaptadas a la edad del niño y a su capacidad. Por tanto, ser realistas a la hora de proponerle las normas.

- Suelen estar referidas a cómo tratar a las personas significativas (padres, hermanos, amigos), respetar horarios (hora de comer, de jugar, de estudiar, de dormir…), referido a objetos (mobiliario de casa, propias pertenecias…)

- Debe haber acuerdo entre la pareja respecto a las normas que se le proponen al niño y su exigencia.

- Hay que ser constantes en su aplicación y exigencia: muchos niños al principio, intentan no cumplirlas.

- Es necesario ser coherentes en su aplicación. Si decimos que el niño recoge sus juguetes… debe ser el niño el que los recoja, no papá o mamá.

- Las normas se deben razonar con el niño, explicarles su por qué y beneficios.

- Las normas deben proponérselas al niño más como un privilegio que como una imposición. Razonamientos del tipo, “como ya vas siendo mayor, tienes que recoger tu ropa sucia y echarla en el cesto”, son más efectivos que simplemente imponerle la norma

jueves, 19 de enero de 2012

Ambientacion Educativa

¡¡De visita en el Jardín Infantil de mi querida colega , amiga y  compañera de trabajo Veronica, vi estos lindos ambientes educativos que comparto con ustedes!!!

¡¡Felicitaciones a todos las agentes educativas de quienes nacieron estas didácticas ideas!!!!

















 

Pink Girlz Blogger Template | Blogger Clicks Design